Cuando se construye o remodela un proyecto residencial, comercial o institucional, el sistema de agua caliente suele considerarse una “parte técnica” que se resuelve al final. Pero lo cierto es que un diseño mal planeado o una instalación deficiente puede traducirse en costos ocultos, bajo rendimiento, quejas de usuarios y hasta riesgos de seguridad.
En este blog te contamos los errores más comunes al instalar sistemas de agua caliente en proyectos nuevos, y cómo puedes evitarlos con una planificación adecuada.
1. No considerar la demanda real desde el diseño arquitectónico
Uno de los fallos más frecuentes es diseñar los espacios sin tener en cuenta cuántos usuarios tendrán acceso simultáneo al sistema de agua caliente. Esto lleva a dimensionar mal la capacidad de calentamiento o a instalar equipos que se quedan cortos.
Solución: desde las primeras etapas del diseño, involucra a un experto en sistemas hidráulicos para calcular la demanda de caudal, presión y temperatura según el uso previsto.
2. Elegir el tipo de sistema incorrecto
No todos los proyectos requieren el mismo tipo de generación. Algunos equipos funcionan mejor en viviendas; otros, en hoteles, hospitales o conjuntos grandes. Usar calentadores individuales donde debería ir un sistema centralizado, o viceversa, puede aumentar el consumo y la complejidad operativa.
Solución: analiza si necesitas calderas, sistema centralizaado o combinaciones híbridas según el perfil de uso y el presupuesto.
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3. No contemplar la recirculación de agua
En proyectos grandes, la ausencia de un sistema de recirculación provoca esperas prolongadas para que llegue el agua caliente, desperdicio de agua potable y quejas constantes de los usuarios.
Solución: incluye bombas de recirculación y diseña una red de retorno bien aislada para garantizar disponibilidad inmediata del servicio.
4. Usar materiales no certificados
Tuberías, válvulas y conexiones no aptas para altas temperaturas o presiones pueden generar fugas, daños y fallos prematuros.
Solución: asegúrate de usar materiales certificados para agua caliente, resistentes a presiones térmicas, y que cumplan con la normativa colombiana RETIE.
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5. No prever espacio técnico adecuado
Algunos proyectos dejan muy poco espacio para instalar y acceder a los equipos térmicos. Esto complica el mantenimiento, aumenta los riesgos de accidente y obliga a soluciones improvisadas.
Solución: define desde el principio salas técnicas ventiladas, con buen acceso y espacio suficiente para inspección y reemplazo de componentes.
6. Omitir sistemas de seguridad
Instalaciones sin válvulas de alivio, vasos de expansión o sensores de temperatura pueden derivar en sobrepresión o incluso accidentes.
Solución: todo sistema debe incluir componentes de seguridad pasivos y activos para proteger usuarios, instalaciones y equipos.
7. No contemplar mantenimiento futuro
Diseñar un sistema sin pensar en su mantenibilidad hace que, con el tiempo, los costos operativos se disparen. Falta de accesos, equipos no modulares o piezas difíciles de reemplazar generan sobrecostos.
Solución: elige equipos de fácil acceso, despiece modular y soporte técnico garantizado.
8. Desconocer las condiciones climáticas del lugar
La temperatura ambiente y calidad del agua influyen en la selección del sistema. Ignorar estos factores puede provocar subrendimiento o corrosión acelerada.
Solución: adapta la solución al entorno: protección contra heladas, resistencia a la cal, presión disponible, etc.
Conclusión
Un sistema de agua caliente no es un simple accesorio. Es una parte fundamental del confort, la eficiencia y la seguridad de cualquier proyecto. Evitar errores comunes desde la etapa de diseño es clave para lograr un sistema funcional, duradero y eficiente.
En Intelservice, acompañamos a constructores, diseñadores y propietarios en la elección e instalación correcta de sus sistemas térmicos.
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